El suelo pélvico y sus patologías

Como médico especialista ginecología en Portugalete, queremos explicarte, en nuestro artículo de hoy, todo acerca del suelo pélvico: qué es, sus funciones, ejercicios de fortalecimiento y sus patologías. 

El suelo pélvico es una estructura formada por un conjunto de musculatura y estructuras ligamentosas que se encuentra cerrando la cavidad abdominal por su parte de abajo. La función de esta estructura es aguantar los órganos pélvicos (vejiga, uretra, útero, vagina y recto) en su correcta posición para que puedan tener un funcionamiento normal. El suelo pélvico no es una estructura rígida sino dinámica, ya que se debe adaptar a los movimientos de los distintos órganos que sujeta y a los cambios posturales. 

Cualquier médico especialista ginecología en Portugalete de nuestra clínica sabe que en el momento en que el suelo pélvico se hace más débil, los órganos que aguanta pueden descender y ver alterada su funcionamiento normal. Como consecuencia, pueden producirse incontinencias urinarias, molestia, prolapsos (descenso de los órganos del interior abdominal), dolor de espalda o disfunciones sexuales. Estos problemas pueden verse agravados con procesos como el parto o el envejecimiento. Por esto, existen una serie de ejercicios que permiten fortalecer esta musculatura, el abdomen y la pelvis en su conjunto, evitando posibles problemas, como son los ejercicios de Kegel, que ejercitan el suelo pélvico gracias a su contracción, permitiendo ejercer un mayor control de los esfínteres

Otras patologías asociadas al suelo pélvico son el rectocele (descenso del recto, causando problemas de estreñimiento), enterocele (descenso del intestino delgado y de la cavidad abdominal), cistocele y cistourocele (descenso de la vejiga, con dificultades en la micción e infecciones) y prolapso del útero o de la vagina, causando posibles dolores y problemas de espalda

En Portumedic, quienes formamos el equipo profesional de expertos, sabemos y conocemos cómo ejercitar y fortalecer esta importante zona. Consúltanos ante los primeros síntomas.